miércoles, 16 de abril de 2008

EXTRACTOS DEL EPISTOLARIO AMARILLO Y VERDE:

Querido Jordi,
te escribo desde la única esquina ············ de mi nueva casa.
Sólo aquí puedo alcanzar ·················· algo de señal
Perdona, pues, las faltas de ortografía o las ················ de este texto. Achácalo todo al fastidioso ····· y a l·················.
·································································es y así todo lo que pueda venir. Ya verás, poco importa si ········· cabreo o, al poco rato, me pongo a llor·········. Supongo que es cuestión de repensar. El tiempo y el espacio dirán y escribirán nuestro futuro poco a poco.
De momento, ahí estamos.
Y ese rosal, que debe crecer, junto al cactus y a tantas otras plantas de mi jardín móvil. Como ellas, irás donde yo vaya o estarán donde tú estés. Yo te cuido, tú las cuidas y ················································.

···············································································s.

Pierre P.

EXTRACTOS DEL EPISTOLARIO NARANJA Y AZUL:


Querido Pierre:

Te escribo esta carta, mientras sales de casa. La esconderé en algún lugar al que, en caso de desesperación, sé que recurrirás. Sé que me quedo con el peso sobre los hombros de lo que pasó. Y sé que lo único que puede liberarme de él eres tú. Por favor, no te des por vencido, Pierre. Porque para sobrevivir sólo necesitamos a una persona que nos quiera de verdad.
Y tú la tienes.
Te esperaré siempre.
Te quiero, Pierre.

ENGANCHADOS A LOST