Los malos tiempos se irán,
el agua que fluye se los llevará,
y los recuerdos amargos
que en su día nos hicieron llorar,
desaparecerán para transportarnos a una calma
que antes no podíamos imaginar.
No cerremos los ojos,
abrámoslos esta vez a la vida
que nos quiere encontrar,
somos merecedores de recompensas
eso no lo podemos dudar.
La valía estaba siempre en nuestro interior,
mucha gente que habitaba a nuestro alrededor
no lo sabía apreciar,
pero ahora ya todo eso quedó atrás
y un mañana nuevo llegará,
para devolvernos la alegría que nuestros corazones no dejaban de gritar.
El viento también sabe lo que tiene que pasar,
ayuda al agua a cruzar.
El camino está hecho, solo lo tenemos que pisar,
sin miedo y con orgullo nos debemos entregar,
ya nadie nos podrá parar, tú y solo tú lo puedes confirmar.
Ama siempre y ama hasta el final,
ama tu interior y sigue sin parar,
porque miles de puertas están abiertas
esperando a que por ellas te atrevas a cruzar.