El grupo Accor amenaza con llevar a Renfe a los tribunales
Publicado el 12-10-2009 , por C. Morán. Madrid
Las espadas están en todo lo alto. El consejo de administración de Renfe decidirá, con toda probabilidad, mañana el nombre del nuevo proveedor de los servicios a bordo para sus grandes líneas, un contrato valorado en más 500 millones de euros.
La decisión es clave para la continuidad del negocio de alguna de las empresas presentes en el concurso, por lo que se están barajando distintas opciones de fuerza en función de la decisión que adopten los responsables de la compañía pública.
Wagons-Lits, filial de la francesa Accor, ha hecho llegar una carta a los responsables de la dirección de Renfe y del Ministerio de Fomento en la que amenaza con llevar a la empresa ferroviaria a los tribunales si, como se temen, la decisión supone adjudicar todo el contrato a un mismo rival. La sospecha de Wagon-Lits es que Renfe ha elegido como proveedor único a la firma italiana Cremonini, descartando la posibilidad de adjudicar el servicio entre varias empresas, una opción contemplada en los pliegos de condiciones.
Fuentes oficiales de la compañía pública indicaron a EXPANSIÓN que la adjudicación podría conocerse mañana y garantizaron que, cualquiera que sea el resultado, «se basará en un proceso de selección completamente limpio y transparente en el que, entre otras cosas, nos hemos preocupado porque no peligre la continuidad de los puestos de trabajo». El contrato de servicios a bordo emplea a unas 2.600 personas.
La continuidad de todos los puestos de trabajo y la posible subrogación en el caso de que cambie el proveedor del servicio a partir del próximo 1 de diciembre figuraban como las mayores preocupaciones de los sindicatos más representativos de Renfe.
Reuniones
Hace dos semanas, la dirección de la compañía se reunió con los representantes de los trabajadores para darles garantías sobre el empleo. En ese mismo encuentro, también se avanzó información sobre la marcha de concurso. Según las fuentes consultadas, la oferta de Cremonini figuraba como una de las mejores situadas tanto en el apartado técnico, como económico. El grupo italiano y Wagon-Lits son los titulares del contrato vigente.
En la misiva de la filial de Accor, la empresa asegura tener más que indicios de que Renfe ha cometido errores «materiales de bulto» en la evaluación de su oferta, lo que se traduciría, en su opinión, en que «la adjudicación no sería válida». La empresa añade que, «como los daños serían de imposible reparación», solicitarían al juez «la adopción de medidas cautelares». En teoría, la valoración de las ofertas es un proceso secreto.
Wagon-Lits ingresa unos 100 millones de euros y da empleo a unas 1.800 personas. La dirección del grupo señala que, si Renfe deja de ser su cliente, tendrán que cerrar su oficina en España.
Además de las firmas francesa e italiana, el macrocontrato de Renfe atrajo la atención de empresas españolas como Husa, Áreas, Clece (ACS) y Ferroser. La filial de servicios de Ferrovial sólo se presentó a uno de los tres lotes diseñados por Renfe (AVE a Sevilla y Málaga). Áreas pujó por todos los lotes y también hizo una oferta global. Husa quedó descartada y Clece no se presentó.
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