miércoles, 4 de agosto de 2010

Primero tomaremos Manhattan. Luego, Berlín.


Me sentenciaron a veinte años de aburrimiento.
Por intentar cambiar el sistema desde dentro.
Ahora vengo, vengo a recompensarlos.
Primero tomaremos Manhattan. Luego, Berlín.

Camino guiado por una señal del cielo.
Camino guiado por ésta marca de nacimiento en mi piel.
Camino guiado por la belleza de nuestras armas.
Primero tomaremos Manhattan. Luego, Berlín.

Realmente me gusta vivir a tu lado, cariño.
Amo tu cuerpo, y tu espíritu, y tu ropa.
Pero, ¿puedes ver esa fila moviéndose en la estación?
Te dije, te dije, te dije que yo era uno de esos.

Me amaste como a un perdedor.
Pero ahora estás preocupada porque he ganado.
Sabes como detenerme.
Pero no tienes la disciplina para hacerlo.
Cuantas noches recé por ésto: dejar que mi trabajo comenzara.
Primero tomaremos Manhattan. Luego, Berlín.

No me gustan sus negocios de moda, señor.
Y no me gustan esas drogas que os mantienen delgados.
No me gusta lo que le ha sucedido a su hermana.
Primero tomaremos Manhattan. Luego, Berlín.

Y gracias por esos artículos que me ha enviado.
El mono y el violín de madera contrachapada.
He practicado cada noche, y ya estoy preparado.
Primero tomaremos Manhattan. Luego, Berlín.

Recuérdame, solía vivir para la música.
Recuérdame, le gané a tus tiendas de supermercados.
Es el día del padre, y todo el mundo está herido.
Primero tomaremos Manhattan. Luego, Berlín.