"Hace años que no me emociono con nada; me siento culpable desde hace mucho tiempo", indicó el artista en una nota póstuma.Su trágico final a los 27 años le consagró como leyenda después de una corta pero intensa carrera discográfica al frente del grupo Nirvana, que irrumpió en el panorama internacional con su segundo álbum, "Nevermind" (1991). Lo cierto es que su muerte hace más grande aún su legado, legado que perdurará con canciones como "Come as you are" "Rape me" y "Smeel like teen spirit", canciones que fueron un grito de auxilio, canciones que marcaron la vida de todo amante del grunge y de Nirvana, eran un grito de desfogue de todo lo que pasaba alrededor. Discos tan buenos como el "Bleach", "Nevermind" o el "In Utero", donde uno se estremecía con aquellas guitarras a todo volumen y la voz de Kurt fue de lo poco bueno de los años 90's. Os dejo con parte de el mejor concierto que hizo, el Unplugged de New York
2 comentarios:
Me encanta. Una leyenda en toda regla que demuestra que de alguna manera si se puede ser inmortal.
Genial. Aunque creo que el hecho de morir jóvenes les ayuda a convertirse en leyenda. Y que conste que no digo que no sea merecida su fama, eh?
Besos para la semanita que entra.
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