lunes, 15 de junio de 2009

Yo también estoy enganchado a la trilogía de Millenium



Stieg Larsson (Suecia, 1954-2004) falleció inesperada y trágicamente de un ataque al corazón, días después de entregar a su editor el tercer volumen de la trilogía Millennium y poco antes de ver publicado el primero.

Periodista y reportero de guerra muy conocido como experto en los grupos de la extrema derecha antidemocrática, participó a mediados de los ochenta en la fundación del proyecto antiviolencia Stop the Racism, al que siguió en 1995 la Expo Foundation, de cuya revista Expo fue director. Luchador plenamente comprometido contra todo tipo de violencia, escribió varios libros de investigación periodística acerca de los grupos nazis de su país y de las oscuras conexiones entre la extrema derecha y el poder político y financiero. Gran lector y entusiasta del género negro y la ciencia ficción, escribía sus novelas por las noches, prácticamente en secreto.

Los hombres que no amaban a las mujeres.




Henrik Vanger recibe cada primero de noviembre extrañas y anónimas flores prensadas desde los puntos más recónditos del mundo. Era el regalo que solía hacerle su querida sobrina, desaparecida treinta años atrás. Mikael Blomkvist, redactor de la revista Millennium, dedicada a destapar oscuras tramas financieras, recibe el encargo de Vanger de retomar una investigación ya cerrada por la policía. Un encargo nada habitual para Mikael que le permitirá conocer a la enigmática Lisbeth Salander, una mujer con problemas de adaptación social pero con extraordinarias e insólitas cualidades.

La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina.



Mientras Lisbeth Salander disfruta de unos días supuestamente tranquilos en el Caribe, Mikael Blomkvist, victorioso y rehabilitado, trabaja en el lanzamiento de un número especial de la revista Millennium sobre un tema candente: una oscura historia de prostitutas provenientes de los países del Este.

La reina en el palacio de las corrientes de aire.



Sale a la venta este jueves. No he querido leer nada sobre la tercera y ultima entrega de la trilogía para sorprenderme mas de lo que seguramente lo hare. cualquier palabra acerca de la novela es totalmente superflua y peligrosamente molesta. No dire más.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Dicen que palmó después de subir siete pisos a pie para llegar a las oficinas de una revista...Un abrazo.